miércoles, 7 de octubre de 2009

Cuestión de engranaje

Hace poco un amigo escribió en su blog que las mujeres somos muy exigentes cuando se trata de hombres.

Que si tenemos uno guapo queremos también que sea inteligente, y que si tenemos un guapo e inteligente nos parece que le hace falta ser simpático... y que si nos topamos con un guapo, inteligente y simpático siempre le podremos poner el pretexto de que no es romántico, que ve demasiado futbol, que tiene demasiadas amigas (:P), etc, etc.



Y tengo que decir que es cierto. No conozco mujer que no se haya sentado a escribir una lista de atributos que deseara encontrar reunidos en un hombre. Y les cuento que, junto a esas listas, la carta que los niños pequeños le hacen a Santa se queda muuuuy corta :P

Aquí la cuestión es: ¿me parece mal que hagamos esa lista? No

Lo que me parece mal es la forma en que elegimos los atributos que la conforman.

Con frecuencia nos deslumbra el más guapo, el más listo, el más simpático, etc., y creemos que si tuviéramos la suerte de tener un espécimen así en nuestras vidas seríamos muy felices. ¿Pero realmente es así?

La mayoría de las veces no.

Y aquí va mi razón para no creerlo: Todo es cuestión de engranaje

Situación: Voy a una tienda de engranes y veo muchos, de todo tipo. Sobre el mostrador, en primera fila, veo uno de oro, con cubierta pulida y con una figura artísticamente diseñada. Todos en la tienda lo están admirando. Decido que lo quiero y lo compro sin volver a echar una mirada a los demás.

Total, ya que llego a la casa reacciono y me entero que al engrane lo compré para hacer funcionar un mecanismo que tengo en mi casa… pero resulta que no embona. Resulta que por más bonito que esté su diseño no es compatible con la maquinaria. Resulta que por más cubierta de oro que tenga, por más moderno que sea, sencillamente no me sirve. Y ya lo compré.

Claro, lo que tengo que hacer es regresarlo, pero en ese proceso va a haber penalización, voy a tener que volver a hacer el viaje a la tienda y ponerme a buscar uno nuevo. Voy a perder tiempo maldiciendo porqué no me fijé antes. En pocas palabras, la voy a pasar mal.

(¿Les suena?...)

En fin, que voy de regreso a la tienda, devuelvo al engrane y me concentro en buscar otro. Ahora vengo preparada, ya que dibujé mi maquinaria y tengo idea de qué forma debe tener el engrane que necesito. El elegido resulta ser uno que está un poco oxidado y tiene forma rara; uno que a simple vista nadie elegiría. Pero cuando lo llevo a mi casa y lo inserto, hace que el mecanismo empiece a girar con una armonía perfecta.



En las relaciones pasa casi lo mismo. Escogemos en base a lo que creemos que está bien e incluso nos dejamos aconsejar por otros sobre lo que nos conviene o no. Pero la verdad es que todos somos una “maquinaria” única que necesita determinado tipo de engrane en su vida. No el más bonito, no el que todos quieren, no el que se supone que debería comprar… sino sencillamente el que hace que las cosas giren para mí.

Claro, y tal y como pasó en la historia en la que para poder dar con el engrane adecuado hay que conocer la maquinaria para la que lo estamos buscando, de igual manera tenemos que conocernos primero para saber qué tipo de pareja necesitamos.

No todas vamos a ser felices con un fiestero, no todas con uno que sea de muy pocas palabras… va a depender de cada quien.

Gracias a dios, el mundo es bastante grande y hay para todos :P

Insisto, no estoy en contra de que las mujeres (ni los hombres tampoco, ya que estamos) hagan su lista y se pongan exigentes a la hora de escoger pareja. Adelante, siéntense y escriban todo lo que les gustaría en una persona… pero les pido que analicen si realmente esos atributos los harían felices, o sencillamente se están limitando a describir a la “pareja perfecta” que pintan en las novelas y que nada tiene que ver con ustedes.

Al final, lo que importa es ser felices.

¡Así que "engránense" con aquel que realmente haga girar sus vidas!

4 comentarios:

  1. que onda si eliges el engranaje que tu piensas que es perfecto... lo llevas a casa y zaz como tu dices te das cuenta que no es el ideal para el propocito que tenias en mente... pero si para otros propositos un poco mas placenteros... jjajaja pero igual lo regresas a la tienda.... eliges otros, pruebas y ninguno queda (el primero sigue siendo la opcion)... y despues de un tiempo te llama el tendero y te dice "sabe que eh lijado un poko el primer engranaje que se llevo... creo que esta vez si quedara..." que haces? si ademas tu estas a punto de mudarte y ya no lo necesitarias.... jajaja asi o mas claro? donde pongo mi nombre? jajaja

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  2. esto de el engranaje supongo q funciona para ambos generos no???

    jaja pero es vdd muchos nos preokupamos por lo bonito q keremos que sea el engrane, pero si nos fijamos enloq nuestra "maquina "necesita, nuka la arems funcionar como deve, i lo que procokara pzz sera q demos vueltas a la tienda....

    muy bueno este!

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  3. Pues creo que tienes todos tus dedos llenos de Razon ^^
    Solo debemos dejarnos llevar por el amor, sin ponerle peras al olmo, sin estar pensando
    "esta persona me ace sentir especial, pero le falta x o y cosa" ^^ y aunque las demas personas
    no lo crean el indicado para t, si a ti te hace feliz... entonses
    QUE PASE LO QUE TENGA QUE PASAR...

    Ya se por que Isabel me preguntaba si habia leido tu blog xD

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  4. Y cunado encontramos el engrane perfecto, olvidamos el dinero o como se podria traducir dudamos en que es el correcto, nos damos la vuelta para pensarlo un poco o si encontramos otro que tambien engrane y decidir cual es mejor, uno esta un poco dañado, otro recien salido de fabrica, otros estan echos de diferente material pero igual engranan y cuando ya decidimos ya otro se lo ha llevado....

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