domingo, 13 de diciembre de 2009

Yo amo el futbol (y un consejo para el amor)

Hoy hubo final de futbol.

Y aunque técnicamente no debiera haberme involucrado demasiado (al fin y al cabo, mi equipo, Pumas, no jugaba) sí me emocioné.

No es secreto para nadie que el futbol sencillamente me fascina y les quiero hablar un poco de él.

(Ahora, si ustedes no son lo que se dice “fanáticos”… ¡no se vayan todavía! Al fin de este escrito, y como reza el título, hay algo que, aunque relacionado con el futbol, puede que les interese)

Bueno, ya volviendo al futbol, les cuento que muchos me han preguntado qué de especial tiene.

Y yo contestaría que nada si lo vemos con frialdad. Es un deporte en el que varias personas corren sin descanso tras una pelota y tratan de hacer que entre en la portería enemiga. En las reglas no hay gran ciencia y por supuesto, los partidos no son nada complicados de comprender.

Sin embargo, con esa definición me estoy quedando muy cortita. El futbol es mucho más que eso y si me preguntan cómo o por qué, la verdad no sabría dar una explicación convincente.

Y eso es porque la pasión por el futbol es una cosa inexplicable. Se siente y ya. Todo aficionado sabrá que la sensación que experimentas cuando tu equipo da un partidazo es genial. O cuando remonta el marcador en los últimos instantes. Ya ni se diga la adrenalina que te corre cuando te toca verlo definiendo en penales (yo odio esto, por supuesto, pero eso no quita que me emocioneeee :P). Y claro, el inevitable grito a la pantalla como si los jugadores a través de la tele pudieran escucharte. ¿Y qué tal las tomas del estadio en la que puedes ver que afuera hay otros locos como tú que se emocionan gritando el nombre de tu equipo como si se les fuera la vida en ello?

Así de emocionante es el futbol.

Pero si creen que todo en él es ilógico, inexplicable y sin valor cultural, déjenme decirles que el futbol también te deja muchos aprendizajes de la vida real :P.

1) No todo en la vida es justo
La forma en que seleccionan a los equipos que pasan a la liguilla, sin ir más lejos, nos deja claro a todos que la vida no es justa :P A veces califican equipos que fueron poco menos que mediocres y se quedan fuera los que habían tenido un desempeño mejor. Mis Pumas, por ejemplo, hace un par de años fueron campeones del torneo después de haber calificado de pura chiripa y ser de entre los peores de la temporada.

2) La arrogancia en exceso es peligrosa y muuuy desesperante
O si no que se lo pregunten a los jugadores que sí, son buenos, pero se sienten estrellitas y piensan que los demás son tontos inútiles. Y por supuesto, nunca pasan el maldito balón. Ahhh, que coraje tener uno de esos en el equipo ¬¬

3) Son los equipos los que ganan los campeonatos
Al final sí que importa qué tan bueno seas, pero mucho tiene que ver cómo “combinaste” con otros miembros del equipo. Al menos en el futbol (y creo que también en la vida) ni el más crack de los crack puede ganar solo.

4) Hay pasiones que se sienten sin explicación alguna
Vuelvo a decir, mi lado lógico no entiende cómo es que me puedo pasar 1 hora y media mirando a 22 hombres perseguir sin descanso un balón (bueno, 20 si no contamos a los porteros :P) y encontrarlo divertido y emocionante. Y sin embargo cuando lo estoy viendo me parece que tiene todo el sentido del mundo :P. Porque lo siento. Hay muchas cosas en la vida que son así. ¿Y saben qué? ¡Son las mejores!

5) Esto no se acaba, hasta que se acaba
Ya sé que la frase la dijo un beisbolista, pero también aplica en el futbol y por supuesto, en la vida real. Puedo enumerar muchísimos casos en los que un equipo "ya estaba muerto" y hace el milagro en los últimos instantes. Cuando pasa esto uno se acaba los pulmones de tanto gritar y la satisfacción que se siente cuando es nuestro equipo el que logra la hazaña es genial. Si es el rival... quizá eso explique días de humor de perros especialmente memorables :P

Vuelvo a lo mismo, el futbol podrá ser catalogado como un distractor de masas, un juego que paraliza actividades y no tiene gran ciencia. Hay algo de verdad en todo eso, pero no por eso deja de ser tremendamente emocionante y una de mis cosas favoritas en todo el mundo.

Ahora, sé que algunas de ustedes (sí, hablo en femenino porque ya sé quienes son :P) están aburridas de muerte en este punto del blog. No les gusta nada el futbol, ¿eh? Eso no es malo. Se respeta, incluso (aún cuando no lo comprenda :P).

Pero permítanme que les pase un dato curioso (y a tener en cuenta!) que descubrí por ahí después de haber realizado una investigación "científica" en Youtube.

Hace algún tiempo TV azteca lanzó una campaña para el futbol titulada precisamente “Yo amo el futbol”, y para la promoción lanzó dos comerciales. Ambos son sencillamente geniales, pero el que me gustaría que vieran es el primero. Trata sobre una pareja en la que ambos son aficionados del futbol y nos cuenta la historia de cómo disfrutan los partidos. Todo esto nos lo cuenta al ritmo de una cancioncilla muy pegajosa que termina diciendo: "te quiero más que nada en este mundo porque entiendes muy bien que yo amo el futbol".

Ahorita les paso el link, antes quiero decirles algo.

Esa estrofa da un consejo de oro.

Y no, no con esto me refiero a que todas las mujeres deberían volverse fanáticas del futbol sólo porque a la mayoría de los hombres les gusta. La clave, creo, está en una parte de la frase:

"Te quiero más que nada en este mundo porque entiendes muy bien que yo amo el futbol"

Ni más ni menos.

Las personas tenemos manías inexplicables. Pasiones inexplicables. Y si somos capaces de ser comprensivos y aceptarlo en una persona, tenemos más probabilidades de hacerla feliz que si nos la pasamos gritándole cosas como: "no entiendo cómo te gusta eso" "porque pierdes tiempo viendo el futbol cuando podríamos hacer otra cosa" "tan aburrido que es, no entiendo que le ves.." y similares.

Siempre pasará que la persona de la que nos enamoremos tenga "detalles" como estos. Y mi consejo de hoy es que tomemos conciencia de que una persona no se "vende" por partes. Viene con virtudes y defectos incluidos. Con manías de regalo también. Completita, pues. Y como tal nos toca aceptarla o rechazarla, pero no se puede aceptar sólo a medias.

Estoy segura que así como las mujeres no entendemos porque un hombre parece emocionarse especialemente a la vista de un motor de auto o un partido de futbol, ellos tampoco comprenden porque amamos tanto las tiendas de zapatos. Y si nos pasamos todo el día gritándole al otro por sus "gustos incomprensibles" lo único seguro es que ambos la pasaremos mal.

Mi consejo, entonces, se refiere a la comprensión. ¿Odian el futbol? Perfecto, no tiene nada de malo. Pero no pidan que ellos lo odien también. Ser pareja de alguien no significa que la cambiaremos a nuestro antojo. Es cierto que podemos conceder en algunos aspectos, pero hay algunos en los que sencillamente podemos respetar y dejar al otro ser feliz. Por eso insisto: Acepten y sobretodo, respeten esa pasión como seguramente desean que respeten las suyas.

De eso se trata el amor, a fin de cuentas: de conocer y aceptar a una persona con todo y "defectos", dejándola ser libre para ser como es y amarla a pesar de todo.

Al menos esa es mi opinión, pero ya saben, se aceptan críticas y otros argumentos :p

Les dejo el link del video:

http://www.youtube.com/watch?v=1McF-0fGZO4

Y...

Arriba el Futbol... y Arriba los Pumas!!

...


(Sí, ya sé... pero no lo pude evitar :P)