miércoles, 10 de marzo de 2010

El mejor escenario

Como muchos de ustedes ya sabrán, estudio administración de empresas. Y les cuento que el día de hoy, durante la cátedra de una de las mejores maestras que he tenido en toda mi carrera (Saludos a la maestra Claudia si algún día lee esto :P) abordamos un tema que me parece sumamente interesante y que quisiera compartirles.

*Inicia comercial académico. Si eres LAE o estás muy familiarizado con el FODA, puedes brincarte esta parte y saltarte al punto polémico del post :P si no es el caso, y crees que puedes aguantar mi (no) aburrido sermón didáctico, acá te va una información preliminar para que veas de qué va el asunto*

Cuando se trata de estudiar la situación de una organización, la Administración tiene una herramienta muuuuy usada llamada Matriz FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas). El punto central aquí es evaluar objetivamente una empresa desde el punto de vista interno y que está bajo tu control (tus fortalezas y debilidades) como desde el punto de vista externo y que no puedes controlar (como tus Oportunidades y Amenazas).

Para evaluar personas funciona igual: todos tenemos factores internos (fortalezas y debilidades) que dependen de nosotros, y factores externos (Oportunidades y Amenazas) que por más que brinquemos o pataleemos no están en nuestras manos.

Gráficamente, se representa más o menos así:



Resulta que, con base a la matriz FODA, hay 4 escenarios posibles: FO, DO, FA y DA. El más “trágico” como lo describió mi maestra, es el DA (Debilidades y Amenazas) y se refiere a la situación en la que estás en un ambiente lleno de amenazas, y encima tienes muchas debilidades.

El segundo escenario es DO, que consiste en tener debilidades, pero a la vez estar rodeado de un ambiente donde haya muchas oportunidades.

El tercer escenario, FA, se refiere a encontrarse en un ambiente lleno de amenazas, pero contar con enormes fortalezas, y,

El FO, el llamado “escenario ideal” en el que tienes grandes fortalezas, pero también estás rodeado de grandes oportunidades.

*Fin del comercial académico*

Total, el punto que realmente me desató polémica, el que me despertó la idea de escribir esta entrada, fueron las “clasificaciones” de los escenarios” de los que habló mi maestra. No estuve de acuerdo con eso de “el más afortunado” y “el más trágico”. Me explico mejor.

Personalmente, encontraría mucho más frustrante y trágico encontrarme en el escenario DO; es decir, rodeada de oportunidades, pero imposibilitada para alcanzarlas debido a mis propias debilidades. O expresado llanamente, que por confiada, taruga o poco preparada dejara ir una oportunidad de oro frente a mis narices.

Eso, para mí, es el peor escenario. Que el ambiente me favorezca pero que, por mis propias limitaciones (que, por cierto, está en mis manos corregir) no pueda sacar provecho de ello.

Y el llamado “mejor escenario”, ese donde se tienen fortalezas y a la vez el ambiente está plagado de oportunidades, tampoco me parece que se merezca ese título.

No digo que me agrade que todo en mi vida sean dificultades; pero he de reconocer que encuentro más fascinante la perspectiva de enfrentarme a retos difíciles teniendo las herramientas para ello, que contar con dichas armas y no emplearlas jamás porque el ambiente es benévolo y poco amenazante.

En resumen, para mí es un privilegio pensar que las constantes “amenazas” de la vida son retos para mis fortalezas. Y vencerlos, darme cuenta que fue mi esfuerzo el que me hizo superar los obstáculos… ese para mí es el mejor escenario.

El FA, es pues, mi ambiente ideal. El DO el peor.

Para mí no es trágico que una oportunidad no se haya presentado nunca, para mí lo trágico es no haberla aprovechado.

Para mí es genial ser ayudado por el entorno. Pero es más genial ser ayudado por mi propio esfuerzo.

Claro, hay ocasiones en que tampoco viene mal un poco de “suerte”. Pero si me preguntan a mí, son los triunfos que conseguí con mi esfuerzo los que me dejaron una satisfacción mayor que los que conseguí porque “el ambiente era propicio”.

No digo tampoco que no haya mérito en saber aprovechar las oportunidades. Eso también es una cualidad. Pero de nuevo, y ya es totalmente una apreciación personal, es más apasionante tener desafíos y fortalezas que fortalezas y oportunidades.

No sé si en un futuro piense diferente y prefiera una vida sosegada y libre de amenazas. Pero en este momento, a mis 21 años, un poco de “problemas” son algo que le pido a la vida para mantener el cerebro “engrasado” y el corazón en su lugar ^^.

¿Ustedes… qué piensan?